Por el profesor Víctor Millares
El espacio y el tiempo en la narración
1.- El espacio
Corresponde a el lugar o los lugares donde transcurren los acontecimientos en un tiempo determinado. No obstante, el espacio narrativo no sólo abarca los lugares físicos en los que transcurre la acción, sino que, también, la atmósfera espiritual que se crea en la obra y el ámbito social en que se desenvuelven los acontecimientos.
Espacio físico o escenario
Es el lugar o los lugares concretos y determinados donde ocurren los hechos. Puede ser un espacio abierto: natural, urbano, rural, marítimo, etc., o por el contrario, un espacio cerrado: el interior de una casa, un cine, un bar, una escuela, etc. Este tipo de escenario se presenta mediante pasajes descriptivos, en los cuales, se detiene la acción narrativa.
Ejemplo:
“Lo que estaba delante de mí era un recibidor alumbrado por la única y débil bombilla que quedaba sujeta a uno de los brazos de la lámpara, magnífica y sucia de telarañas, que colgaba del techo. Un fondo oscuro de muebles colocados unos sobre otros como en las mudanzas”.
(Carmen Laforet, Nada, fragmento)
Espacio psicológico
Es la atmósfera espiritual que envuelve a los personajes y a toda la acción, según los conflictos que se planteen: amor, violencia, odio, venganza, desilusión, soledad, etc. Por ejemplo, un clima de soledad e incomunicación condiciona el comportamiento de los personajes y define las características del acontecer.
La observación del espacio sicológico o atmósfera que presenta una obra determinada, nos permite apreciar cabalmente el extraordinario poder que posee la palabra literaria.
Ejemplo:
“En toda aquella escena había algo angustioso, y en el piso un calor sofocante como si el aire estuviera estancado y podrido”.
(Carmen Laforet, Nada, fragmento)
Espacio social
Se refiere al entorno cultural, religioso, económico, moral o social en el que se desarrolla la acción narrada. Los personajes tienen un nivel intelectual, cultural; pertenecen o se agrupan en sectores sociales y manifiestan determinadas ideas religiosas o políticas.
Ejemplo:
“La familia de don Dámaso Encina era noble en Santiago por derecho pecunario y, como tal, gozaba de los miramientos sociales (…). Se distinguía por el gusto hacia el lujo, que por entonces principiaba a apoderarse de nuestra sociedad y aumentaba su prestigio con la solidez del crédito de don Dámaso, que tenía por principal negocio el de la usura en gran escala, tan común entre los capitalistas chilenos”.
(Alberto Blest Gana, Martín Rivas, fragmento)
2.- El tiempo
El tiempo adquiere un valor diferente, según se trate de un relato real o imaginario, ya sea realista o fantástico. El tiempo puede referirse a un hecho histórico, al origen en que se cuentan los hechos o bien al tiempo real del lector. El tiempo ficticio es diferente al tiempo real.
El tiempo de la historia
Corresponde a la presentación en un orden lógico y causal de los acontecimientos del relato, en otras palabras, se refiere a la sucesión lineal de los acontecimientos tal como se encadenan en la realidad. Asimismo, se utiliza el término fabula para referirse a esta reproducción cronológica y ordenada de los hechos en el texto narrativo.
Tiempo del relato
Es la disposición estética del acontecer en la narración. El narrador dispone arbitrariamente el orden de los acontecimientos. El narrador organización estética de el tiempo de la historia, instaurando una temporalidad artística. De esta forma, encontramos una serie de técnicas que permiten ordenar estéticamente el relato, las que veremos posteriormente.
El tiempo referencial histórico
Se refiere al tiempo real en que se ubican los hechos narrados. Por ejemplo, en el poema del Cid, sería el siglo XII; época medieval de la monarquía. Por otra parte podría aludir al tiempo del escritor, es decir, al contexto social y cultural en que se produjo la obra.
Disposición de los acontecimientos
Se refiere a las alteraciones en la temporalidad de la narración, en otras palabras, nos referimos al tiempo del relato y las técnicas que permiten una presentación estética de los acontecimientos. De esta forma, aparece la anacronía que es una ruptura temporal en la narración y aparece cuando el relato se detiene instantáneamente y se introduce un hecho nuevo con una cronología distinta a la que exige la lógica causa – efecto.
Existen dos formas de anacronía:
Analepsis: Es una retrospección. Se vuelve al pasado y se relata un hecho anterior al tiempo del acontecimiento principal.
Prolepsis: llamada también prospección o anticipación, alude a la mirada del narrador hacia el futuro, es decir, se narra un hecho que ocurrirá después del tiempo del relato.
A continuación se presenta un esquema con las técnicas referidas a las alteraciones temporales:
Finalmente, los hechos podrían seguir un orden cronológico o un desarrollo lineal, pues se quiere privilegiar el desenlace y la relación causa – efecto de los acontecimientos, esto es lo que se conoce por Ab Ovo que significa 'desde el huevo'. Por otro lado, si un relato comienza por un hecho ubicado en la mitad de la historia para luego retroceder, se denomina In media res que significa 'en la mitad de las cosas'. Por el contrario, si el interés está centrado en el acontecer, se podría empezar por el desenlace In extrema res que significa 'en el final de las cosas'.